Estás rodeado de clientes, proveedores y empleados. ¿Por qué no enfocar en ellos tu estrategia de impacto social? Conoce cómo crearla a partir del modelo de negocio de tu pyme. Amplía el alcance de tu aporte a la sociedad.
Aporta a la sociedad, empieza por los más cercanos a tu negocio
Algunas empresas colombianas llevan el concepto de filantropía a otro nivel. Estas organizaciones desarrollan productos a base de frutos naturales e invierten un porcentaje de sus utilidades en formación para los proveedores de esa materia prima. Así, cierran un círculo virtuoso. Entre más capacitados están los productores, mejor es el insumo que brindan. Y los consumidores reciben un producto final de calidad.
¿Te preguntas cómo puedes desarrollar una estrategia similar y efectiva en tu negocio? El primer paso es comprender que se debe avanzar de la filantropía a las estrategias con impacto social y contribuir a lograr transformaciones de largo aliento. Empieza por los grupos de interés, tanto internos como externos, con los que interactúas a diario en tu empresa o cadena de proveeduría.
¿Qué quieres tú y qué quieren los demás? Responde a estas preguntas clave
Desde esa nueva visión de la responsabilidad social corporativa, es clave diseñar tus estrategias de impacto a partir de tu modelo de negocio. Lo que tu empresa gana con estas acciones, el valor compartido que construye para los grupos de interés y su aporte a la economía circular es el horizonte que no debes perder de vista.
“Las empresas de servicios, por ejemplo, dicen que no producen algo tangible como para desplegar una estrategia de sostenibilidad social. Las ayudamos a entender que, más allá de eso, lo importante es cómo su estrategia de impacto o inversión social se convierte en un valor extendido del negocio”.
Lina Montenegro, líder de Alianzas y Transferencia de la Fundación Carvajal.
Siguiendo esa línea, la experta dice que para apostarle al impacto social no importa el tamaño de tu negocio, pero sí debes analizar dos aspectos:
Identifica y reconoce la transformación que quieres realizar en la sociedad como empresa, es decir, cuál es el interés que mueve tus inversiones con propósito. ¿Es solo aportar a una causa o generar empleo para la población vulnerable de la zona donde opera tu compañía?
Escucha a tus grupos de interés para entender qué es lo que ellos quieren, si están listos para participar en tu iniciativa y cuál es la incidencia que tendrán en tus acciones. Esa articulación es indispensable.
Si ya ejecutas alguna acción social, piensa si realmente te satisfacen los resultados. Por ejemplo, existen compañías que deciden dar regalos a estudiantes en Navidad, pero tras hacer un análisis, se dan cuenta de que está más alineado con los valores de su negocio el acompañar a esos jóvenes en desarrollar sus habilidades socioemocionales para que puedan insertarse en la empresa.
Amplía tu perspectiva: fíjate metas aspiracionales
Ya uniste dos puntas vitales de una sola cuerda: la de tus expectativas y la de las aspiraciones de tus grupos de interés. Ahora llegas a la fase de ponerte metas. ¿Estás listo? Para esto no hay una receta. Puedes tener a la mano los mismos ingredientes que el negocio del vecino, pero tu plato no tiene por qué saber igual.
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“Cuando las empresas nos dicen que quieren dar regalos a la población en condición de vulnerabilidad, entendemos que están en un primer nivel, como quien ve el mar desde la arena. Desde el enfoque de inversión social, las invitamos a subirse a un balcón, a tener una visión amplia y clara del panorama. No está mal entregar regalos, pero el propósito debe ser superior, como cerrar brechas en calidad de vida o acompañar el desarrollo y bienestar de las comunidades”, afirma Lina Montenegro.
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La recomendación es pensar estratégicamente. Más allá de la acción, enfócate en la intención. Ten en cuenta que los recursos que destinas al impacto social no son infinitos. Por eso, cada actividad que realices debe ser efectiva y eficiente.
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Llega la hora de actuar: lleva a la práctica el impacto social
¿Cómo llevar todo esto al mundo real? Ponte el cinturón, porque aquí empieza la fase más emocionante del proceso: la ejecución. Sigue estos pasos clave que propone la Fundación Carvajal:
Haz una búsqueda de los grupos de interés internos (colaboradores, personas de apoyo) y externos (clientes, proveedores) de tu negocio.
Involucra en esa búsqueda a las áreas de compras, ventas, servicios administrativos, gestión humana, entre otras, para evitar sesgos al hacer la lista.
Identifica con cuáles de esos grupos de interés te visualizas trabajando mejor.
Cruza la información que tienes de tus propias expectativas con las de tus grupos de interés priorizados.
Pilotea, prototipa y testea algunas acciones. Es más fácil y rápido hacerlo con un grupo de interés con quien te sientas en confianza, por eso la priorización es clave.
Reconoce qué funciona mejor para la empresa y el momento de su trayectoria en la que está. Planea proyectos a corto, mediano y largo plazo. Incluye acciones concretas, cronogramas, aliados y lánzate a su ejecución.
Las estrategias de impacto social no son inmóviles, tienen vida propia. ¿Qué debes hacer para que este “muñeco” funcione?
Iterar o ajustar cuando sea necesario.
Darle vida desde la dirección de la empresa. Sin tu voluntad, es complejo que los empleados te “copien” y sigan tus ideas.
Quedan dos pasos más para lograr impacto social: anímate a lograrlo
Como cualquier estrategia de negocios, las de impacto social deben contener indicadores estratégicos, medibles y alcanzables. Saber a qué población esperas atender, o el alcance de tus iniciativas, te ayuda a trazar estos objetivos.
Estos no deben ser del tipo “realizar tres talleres con estudiantes de último grado”, sino “lograr que los alumnos transformen su calidad de vida a partir de la información sobre emprendimiento”. Además, piensa en que a veces la acción recae en una población, como maestros, por ejemplo, pero el impacto es en otro grupo, como los estudiantes.
Comunicar los resultados de la estrategia de impacto social es el paso final. Hoy los grupos de interés, e incluso algunas autoridades, exigen transparencia y visibilidad sobre estas acciones. Esto ayuda a tener un diálogo sincero con ellos y puede abrir puertas de aliados interesados en los planes de tu compañía.
Lo complejo de una estrategia de impacto social es arrancar. Pero ahora cuentas con las herramientas para dar ese primer paso. No esperes más. El mundo necesita tu aporte. ¿Qué vas a hacer hoy para marcar la diferencia?